Partiendo del trabajo con una selección de obras del
acervo escultórico del Museo Blanes, el proyecto Territorio Infiltrado reflexiona
sobre ciertos mecanismos de sofocamiento solapado, ejercidos contra aquellos
individuos, en especial mujeres, que por diversos motivos, se desvían de los
roles esperables del ser y del actuar. En tanto disparadoras de sanciones y
ocultamientos internos y externos, estas insurgencias propician interrogantes
que sobrevuelan en el espacio de la instalación. A través de ella, Alejandra
González Soca tensiona e interpela nociones como “visibilidad”, “imagen”,
“síntoma”, “espectro” y “autoría”, apuntando a utilizar sutiles y liberadoras
estrategias de intervención con textiles, en un itinerario que funciona como
antídoto a la represión implícita en el ocultamiento de alteridades dentro de
la sociedad. (Luisho Díaz / Verónica Panella, febrero 2018)
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